Gobernanza empresarial en pequeñas y medianas empresas de países con fragilidad institucional (primera parte)

Hacia una gobernanza antifrágil de las pequeñas y medianas empresas

En la gestión de Pequeñas y Medianas Empresas en Venezuela, hemos podido identificar como un componente del éxito en pequeñas y medianas empresas lo que actualmente se denomina con la expresión “Gobernanza”[1].

El análisis se circunscribe en empresas cuyo entorno responde parcialmente a una subordinación jerárquica entre propietarios, junta directiva, cuadros gerenciales, empleados y trabajadores. Nos referiremos a casos cuya gestión se manifiesta como una relación compleja entre individualidades, grupos y entidades (públicas o privadas) que poseen urgencia de acción, poder e influencia en las mismas. En relación con la actuación empresarial se dará importancia a su integración en la red público-privado-civil con un sentido local-nacional-global.

Este marco analítico condiciona la sostenibilidad competitiva a la existencia de una estructura organizativa interna que pueda ser capaz de lograr armonía entre las partes interesadas con mayor influencia y urgencia en la toma de decisiones y su ejecución. También es un tema ético y moral decisivo para el futuro de las empresas de países con fragilidad institucional, déficits de ciudadanía y sujetos a un marco regulatorio intenso y asfixiante.

Es vital para las organizaciones asumir la trama del poder de manera transparente y funcional para lograr que los intereses de las partes involucradas [2] y los de la organización alcancen un nivel de armonía de forma que promuevan la sostenibilidad de la empresa en el tiempo.

Las PYMES y la asfixia regulatoria en países con debilidad institucional.

La asfixia regulatoria se caracteriza por la existencia de regulaciones públicas, en un contexto de ejercicio de poder discrecional y de apropiación de información privilegiada que alejan a las organizaciones de su razón social. En la medida que este signo se hace presente asumimos que el país sufre debilidad institucional. La administración de la justicia deja de estar sujeta a la razón jurídica y pasa a ser un asunto de imposición por la fuerza a través del sometimiento de los poderes públicos. El costo en gobernanza de este modelo puede ser alto: los extractores de renta pueden terminar como los verdaderos regentes del poder. Un eficiente sistema de asfixia regulatoria deja al ciudadano, de manera inevitable, al margen de la ley pues prácticamente todo está sujeto a normas ambiguas, contradictorias y de difícil cumplimiento. El excesivo intervencionismo en la economía perpetúa los sesgos anti productivos, un igualitarismo más allá de los principios de justicia y equidad social impide retribuir en valor a quien lo agrega con su trabajo, valor que es apropiado por quienes se aprovechan de la norma con el menor esfuerzo posible. Los buenos trabajadores, empleados, aliados, familiares y funcionarios tienen que cargar con el peso del trabajo que no hacen los aprovechadores de oficio, los “extractores de renta”. Es una cultura que se extiende por contagio en forma tal que las partes interesadas con poder e influencia pueden asumir un comportamiento estratégico en su favor no alineado con los de la organización ni con los de la sociedad, en ese momento la demolición institucional se transforma en la ruina moral de un país. La inversión en valores y principios es clave en el fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas frente a la adversidad.

Las decisiones rutinarias y no rutinarias de una organización y el análisis de impacto regulatorio

Las regulaciones gubernamentales pueden tienen efectos sobre:

  • Los precios, la competencia y las barreras de entrada y salida del mercado.
  • La salud, la seguridad, el medio ambiente y la cohesión social.
  • Los gastos de gestión de las regulaciones mediante las cuales los gobiernos se hacen de información e intervienen en las decisiones económicas..

Las empresas en sus actividades toman decisiones rutinarias y no rutinarias. Las rutinarias son las que se efectúan de manera recurrente y son susceptibles de medición en su desempeño mediante la recolección cíclica de indicadores, por ejemplo, el período de cobro, de pagos a proveedores, de producción mensual, …, las no rutinarias son las que tienen lugar ante eventos críticos de entorno o como resultado de una decisión estratégica y exigen una respuesta de la organización, por ejemplo, la decisión de comprar en el país o importar luego de una regulación gubernamental, la de acometer o no un proyecto único y no repetitivo. El control de gestión de las decisiones rutinarias se efectúa a través de indicadores de eficiencia, eficacia y efectividad con tomas periódicas. El control de las decisiones no rutinarias, se efectúa a través de indicadores de ejecución temporal y de ejecución presupuestaria.

El análisis de impacto se refiere al establecimiento de pautas para la evaluación de las decisiones rutinarias y no rutinarias de la organización, en términos de efectos secundarios y colaterales, de costos-beneficios y de costos de transacción, sujetas a un marco regulatorio gubernamental. Abarca los derivados del cumplimiento de las regulaciones y aquellos que inciden en la manera como las partes interesadas podrían modificar su comportamiento ante la norma.

Enlace para descarga de la actualización del tema:

Gobernanza en PYMES de países institucionalmente frágiles


[1] Brito, Morelba. Gobernanza empresarial: Ética, Responsabilidad Social y Rentabilidad en la «Era Pos-Enrom»Revista Venezolana de Gerencia [en linea] 2007, 12 (Abril-Junio) : [Fecha de consulta: 13 de noviembre de 2014] Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29014472003, ISSN 1315-9984

[2] Grupos de interés o partes interesadas (stakeholders). Se refiere a los grupos que tienen influencia, urgencia, poder, o legitimación y sus actuaciones  pueden tener efectos sobre la organización.

Entre ilusiones y relatos

Comentarios

Entradas populares