Fragilidad deliberativa de los factores democráticos en Venezuela (III parte)

colas

En cada lugar del mundo el modelo iliberal-populista se expresa con sus particularidades. La crisis en Venezuela tiene unos rasgos que se han arraigado en el modo de vida del venezolano como lo son:

  • La polarización
  • La precariedad jurídica
  • La banalización del delito

La polarización se ha transformado para el venezolano en un viacrucis  a la hora de debatir y opinar sobre cualquier tema existencial desde los más familiares hasta los que se relacionan con su vida social entre amistades y en el trabajo, no hay espacio para refutar o validar una hipótesis, pues prevalece como criterio no la búsqueda de la verdad, ni del consenso, es la descalificación del otro mediante cualquier falacia, entre ella la más usual la “Ad-hominem” fundada en el ataque, la ofensa y la agresión hacia la persona, las diferencias no se allanan se profundizan cuando al otro se le califica con epítetos de uso contagioso como “alacrán”, “majunche”, “pelucón”, “batequebra’o”, “escuálido”, “boliburgués”. Va a ser muy difícil alcanzar la paz y tener éxito en la reconstrucción del país sino se tolera e incluye a todos en una Venezuela deseada y exitosa.

La imposición de un modelo político fundado en el control de los poderes públicos dio lugar a una estrategia efectiva y anti-frágil de perpetuación en el poder: la asfixia regulatoria  con sus innumerables normas, decretos, providencias, reglamentos y leyes, de difícil y ambigua interpretación, bajo la cual el ciudadano común está de manera inevitable en una condición de precariedad jurídica, es bien difícil encontrar una actividad en la cual pueda tener seguridad absoluta  de que está permitida. Todo ello da lugar a una pesadez burocrática desde abrir una simple cuenta bancaria hasta renovar algún documento personal, todo se ha transformado para el venezolano en una dura penitencia que le obliga a que recurrir a gestores de dudosa legalidad. Es más remunerador pertenecer a esa categoría social de gestores de legalidad que pasar el tiempo educándose para un mundo mejor, así  se recrea una inercia social que es bien difícil de abandonar cuando se necesita rescatar los valores cívicos y el progreso de una nación.

No hay manera de escapar a lo contrahecho, a la banalización de lo ilegítimo, como lo son los mercados negros que proliferan para cualquier tipo de bienes o servicios. Esta aceptación social de lo ilegal se ha tolerado porque no se tiene alternativa cuando se requiere, al instante y no en cualquier momento, un alimento, medicina o repuesto. Este modo cotidiano de vida hace que las personas sientan deseos de  ver, oír, sentir o hacer las cosas que están catalogadas como incorrectas o  malas. Esta tendencia a buscar lo prohibido, lo sucio y lo truculento, es un morbo social de difícil de superación cuando se entroniza en un país.

La Resistencia Pacífica Activa necesita la modelización de un comportamiento espejo diferente y mejor de la moral, de la ética, de tolerancia, de respeto hacia el otro y de responsabilidad social de los actos individuales. No se debe continuar aceptando como normal el uso soez y la perversión del idioma con propósitos de destrucción de la condición humana del otro cuando opina diferente.


Audio del escrito:

La decadencia del modo de vida del venezolano

Comentarios

Entradas populares