En retorno de la emisión irresponsable de dinero y el mito de la inflación en dólares

En la economía, el enfoque neopositivista resalta la comprobación científica de los enunciados o de las teorías enfocando su preocupación en el análisis lógico de la significación del lenguaje a partir de las evidencias presentadas. Sin embargo, ese modo de hacer las cosas no es aplicable a la ciencia económica, pues no es capaz de verificar cuando una hipótesis es cierta, ya que siempre habrá hechos que la apoyan y también los que no. Lo que si podemos hacer es demostrar cuando una proposición es falsa, en consecuencia, lo que define la cientificidad de una hipótesis es su capacidad para ser refutada.

Recientemente se ha venido confundiendo a los procesos de refutación calificando a la economía como “instrumentalista” o “economicista”. No obstante, la aversión a la experimentación, a la evidencia y a las herramientas cuantitativas no constituyen argumentos categóricos para la negación de sus capacidades en la demarcación de la falsedad de las teorías y encontrar otras de orden superior,

Hemos planteado desde hace más de dos decenios que la emisión irresponsable de dinero y la asfixia regulatoria constituyen los inductores fundamentales de la inflación y ésta es clave del declive económico de Venezuela desde 1974 y en la postración social que vive el país. Es difícil emprender y mantener la competitividad de los procesos productivos cuando los precios referenciales de insumos, materias primas y demás componentes de costos, varían día a día de manera distinta para cada ítem y de forma diferente para cada individuo u organización según sus vínculos con el poder político o el económico.

Las variables financieras pueden cambiar de manera continua en cada instante, en tanto que los procesos de manufactura se modifican de manera discreta y pausada. De este modo la tasa de cambio puede variar en un instante provocando alteraciones en las estructuras de costos y gastos ante las cuales una organización no puede al mismo tiempo hacer ajustes para alcanzar el menor nivel de costos. Esa ausencia de sincronía da lugar a pérdidas sociales involuntarias, cuya contraparte es la extracción de rentas en favor de los responsables del desorden, quienes poseen el poder discrecional para actuar con ventaja en los mercados negros y para desviar recursos disfrutando de información privilegiada.

Desde septiembre el gobierno ha regresado a la práctica de la emisión irresponsable de dinero, este mes de octubre 2021 esa creación fue de 19,8%, es de esperar que la tasa de cambio se deteriore, en caso de no ocurrir la inflación también se reflejará en dólares. De todas maneras, con deterioro o no de la tasa de cambio, la emisión irresponsable de dinero afectará el poder adquisitivo y la producción de bienes y servicios.

En concordancia con los hechos, al mes de enero una caja de huevos costaba 27.01 $ USD, al mes de septiembre 40.82$ USD, es decir 53.13 % de aumento, cuando en ese lapso la tasa de cambio subió en 280.02% y la inflación acumulada alcanzó 526%, de modo que ni en bolívares ni en dólares los precios se ajustaron con la inflación.

En economía cuando los precios en $USD aumentan con la inflación se dice que estamos en presencia de una sobrevaloración de la tasa de cambio, como ocurre en este caso particular. De no haber sobrevaloración la tasa de cambio al mes de septiembre sería 6,76 Bs x $USD y la caja de huevos costaría 25,01 $USD

@fjcontre35

Etiquetas: #Coyuntura económica; #Emisión irresponsable; #Populismo; #Postración social; #Racionalidad

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