Cómo evitar la manipulación: argumentos y falacias

Desde hace algún tiempo hemos venido reflexionando sobre el trabajo del consultor, una parte importante de éste consiste en entablar conversaciones, con Juntas Directivas, Socios, Gerentes, Empleados y Trabajadores de Organizaciones que contratan sus servicios. Es gente con la cual es necesario lograr consensos sobre ideas, hipótesis, estrategias, políticas entre otras cosas. Se observa como gran parte de esa actividad se resuelve muy a menudo, no por la confrontación de pruebas refutatorias sino por la habilidad discursiva de la persona, más allá del conocimiento, de la evidencia empírica y de la ética. Por ello nos proponemos presentar estas ideas que confesamos no son originales, pero que hemos trabajado para darle sistematización sobre el modo en que pueden ser utilizadas por nosotros de modo que prevalezcan resultados más próximos del saber, de la evidencia empírica y de una sana responsabilidad moral de quien hace uso de la Ciencia Económica.

En el mundo gerencial latinoamericano domina en el discurso las formas representativas de la tolerancia, de la apertura, de la aceptación de ideas diversas, de la participación democrática, pero al final lo que decide es el imperativo del poder. Una aproximación al estilo de gatopardo de mostrarse favorable a las más avanzadas y recientes innovaciones para al final mantener el statu quo y la perpetuidad en el ejercicio del poder. Uno de los modos de mostrar amplitud consiste en el uso extenso de falacias que permiten, en un aparente diálogo participativo, la legitimación de lo existente donde no se transforma, ni se cambia nada.

He revisado obras, como la de Nicholas Capalti y la de Juan Manuel Comesaña, sobre la teoría de la argumentación, para ofrecerle al lector una guía que le permita en sesiones de brainstorming eludir la amenaza de ser víctima de falacias y refrendar de esa manera, acciones que impiden la transformación organizacional. El resumen se ofrece en dos presentaciones una de Eduardo Harada sobre las ideas de J M Comesaña y otra preparada por nosotros sobre N Capaldi.

En la obra de Capalti nos encontramos ante una visión donde se debe tomar conciencia de las diversas formas de presentar argumentos falaces y desarrollar estrategias de debate donde se permite un uso más elaborado de las mismas. Se pudiera concluir que en los debates prevalece a la a larga no las reglas de una búsqueda fundada en la razón y la refutación de hipótesis, sino el convencimiento del auditórium más allá del bien o del mal.

Cómo mínimo se debería, en organizaciones en cuyo contexto la búsqueda del consenso es prioridad, establecer las reglas lingüísticas que aseguren el dialogo lo más libre de razonamientos falaces. Sin embargo, algunos autores señalan que hay razonamientos sólidos que por sus premisas pueden ser inaceptables y otros que pudiendo ser falaces pueden ser valiosos en determinados contextos. Este nivel de reflexión es el que se encuentra en la obra de Comesaña.

Listado previo de acuerdos y reglas:

  1. Tratar los temas de discusión uno a uno;
  2. Rebatir las objeciones con argumentos;
  3. Afirmar lo que se puede probar;
  4. Distinguir las premisas de las conclusiones;
  5. Limitar expresiones emotivas o sensibles;
  6. Lograr credibilidad;
  7. Tolerar, escuchar al otro;
  8. Solicitar, exponer y ofrecer:
    1. razones;
    2. criterios.
  9. Reconocer las falacias;
  10. Confortar, refutar y contra argumentar;
  11. Mostrar sensibilidad al contexto.

Enlace sobre reseña de la obra de Juan Manuel Comesaña publicada por Eduardo Harada:http://prepa8.unam.mx/colegios/filosofia/P01/2Articulos/resenac.pdf

Enlace de presentación creada por nosotros sobre la obra de Nicholas Capaldi:http://www.franciscocontreras.com.ve/Archivos/L%c3%b3gica%20Informal.pdf


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