El mal social de las regulaciones en Venezuela (Francisco J Contreras M)

Extracto

Venezuela atraviesa por una crisis económica, política y social donde también afloran tópicos relacionados con los valores, la ética y el comportamiento de los actores sociales. Son temas en el campo de la economía que constituyen elementos cruciales de la política pública, dentro de lo institucional, por el importante rol que tienen los incentivos perversos derivados de las malas regulaciones. Nuestro argumento central es que cualquier política pública, sin la debida consideración del plano institucional y de la evaluación de impactos regulatorios, en lugar de resolver problemas, los agrava.

El impacto mayor de la inflación no solo es la erosión del poder adquisitivo.

El origen de los procesos inflacionarios se encuentra en la emisión de dinero inorgánico con el propósito de financiar el gasto fiscal cuando una economía no genera renta suficiente, esto ocurre en palabras coloquiales, cuando un gobierno demagogo que no ha hecho una buena gestión no quiere “arroparse hasta donde le llega la cobija” y desea distribuir lo que no posee y por ello al entrar en déficit, emite dinero inorgánico, insufla la demanda y se recrea el proceso inflacionario.
El problema no solo es solo monetario y de erosión del poder adquisitivo, es que tiene connotaciones microeconómicas porque la inflación disloca la formación de precios relativos. Cuando una organización hace una propuesta futura, bajo estabilidad económica y sin inflación, solo debe considerar los riesgos inherentes a sus factores propios y específicos como negocio. En esta condición la empresa está libre de costos de transacción por eventos fuera de control. Si existe inflación e inestabilidad económica, su cálculo económico se distorsiona, incurre en costos adicionales y su error de predicción está sujeto a la incertidumbre.
Por ejemplo, una cosa es ofrecer un menú para un evento festivo que tiene lugar en el futuro próximo (digamos tres meses), en condiciones de estabilidad, bajo las cuales se tiene un conocimiento relativamente preciso del costo y disponibilidad de los insumos y servicios necesarios, para presentar el menú a la fecha convenida. Y otra cosa es si se desconoce el costo y disponibilidad futura de los insumos bajo un contexto inflacionario.
Bajo inestabilidad económica, el error de predicción por incertidumbre da como resultado, al final al cierre la negociación, pérdidas o ganancias extraordinarias no relacionadas con la eficiencia y competitividad, con la consiguiente destrucción de valor social. Es el mal mayor estructural de la inflación, mucho mayor que la propia erosión monetaria por inflación.

Entre precios los controlados y el exceso de medios de pagos

Bajo inestabilidad económica (inflación, y volatilidad del tipo de cambio), los controles de precios y de asignación de divisas, generan rupturas en los procesos que reducen la flexibilidad de la oferta para responder a la demanda en expansión.
Por ejemplo, si se quiere producir mayonesa se necesita: yemas de huevo, azúcar, aceite, ácido acético, agua suavizada, cloruro de sodio, especias y ácido cítrico, basta que falte algún componente para que: primero, se rompa el ciclo de producción y baje la oferta, y segundo, se tenga que absorber los costos laborales, gastos financieros y otros, además de mantener los precios. A la larga en propio Gobierno aceptará el ajuste, con una destrucción de valor social que se paga con mayor escasez o con mas inflación.
Como hay medios de pago en abundancia, la gente tiene como comprar pero no encuentra lo que necesita, y solo unos pocos privilegiados pueden tener acceso a ese mercado controlado, esos pocos privilegiados tienen todas las oportunidades para lucrar a partir de los productos comprados. Cuando la escasez pone en riesgo la alimentación de la gente, no hay punición, ni castigo que impida comprar y vender en ese mercado negro a un precio cuyo limite es el de la liquidez en poder del público.
Cabe preguntarse ante este escenario: ¿Estar primero en una cola, es un evento al azar?, ¿Existe información privilegiada y financiamiento para ejecutar una compra del tamaño de la que se ve, entre quienes revenden bienes?, ¿Cómo estar de primero siempre?, ¿De dónde surge el dinero necesario para realizar grandes transacciones?, ¿Podrá un humilde buhonero despectivamente llamado “bachaquero” disponer de esa información y de esos recursos de financiamiento por si solo?.

Los incentivos perversos y la corrupción

Toda regulación implica gastos que no agregan valor y otorga poder discrecional a quienes son encargados de administrar la reglamentación. La corrupción se hace posible a partir del momento en que existe una norma, un administrador de la norma y un administrado cuyos resultados económicos dependen del administrador de la norma. Toda delegación de poder abre la puerta a la legitimación de abusos. En la medida que un funcionario puede ocultar su comportamiento ilegal, surge el incentivo para sacrificar el interés público por el suyo propio.
La corrupción se facilita en la medida que: primero, los funcionarios públicos tengan un bajo nivel de remuneraciones, falta de competencias para ejercer sus funciones y su ingreso sea producto de tráfico de influencias, segundo, las sanciones sean de difícil aplicación, sujetas también a la discrecionalidad e insuficientemente punitivas, tercero, haya ausencia de mecanismos de auditoría no discrecionales.
Todo ese contexto en Venezuela con regulaciones y procedimientos diversos y numerosos sin contar con los recursos suficientes para administrar las reglas, con pocos funcionarios mal pagados y sin competencias para realizar su tarea, está en el origen del caos económico del país. El fenómeno se reproduce y multiplica cuando existe perpetuación en el poder de los mismos gobernantes y cuando hay ausencia de contra poderes, porque el clientelismo político toma el lugar del análisis de impacto regulatorio y de la economía en el diseño de políticas económicas.

La banalización de la corrupción y las coartadas morales

Cometer infracciones de transito en Venezuela es una cultura, la violación de la norma es en cierto modo justificada con todo tipo de argumento, hay una frase muy escuchada, cuando alguien espera la luz verde para avanzar y existe posibilidad de que el conductor avance con poca probabilidad de accidente con otros vehículos con derecho de paso en la vía transversal, el conductor que le sigue grita: “Tu como que crees que estás en Suiza”. Esta cultura de aceptación moral impregna toda la sociedad, es fácil decir: “dile de una vez al funcionario cuánto quiere”. En el mundo de las ilegalidades que alguien sea honesto ciudadano, es ser tomado como un perfecto idiota.
Cuando la impunidad hace que los hechos de corrupción dejen de ser puntuales y se institucionalicen, los efectos son tremendamente destructivos del capital moral de una sociedad, puede haber mas riesgos cuando se asume un comportamiento cívico, que cuando se actúa violando la ley, por ejemplo, la banalización puede justificar que sea preferible pagar al funcionario de tránsito un soborno, que decirle que sancione y cumpla la ley, aun cuando la sanción sea menos onerosa que el soborno, porque el infractor sabe que el funcionario tiene poder discrecional para infringir una pérdida superior a la sanción.

Precaria o inexistente análisis de impacto regulatorio en el diseño de políticas públicas

Por razones ideológicas, políticas y culturales e ignorancia de aspectos básicos de la economía, en la formulación de leyes, reglamentos, ordenanzas y normas, en Venezuela, no solo se crean condiciones para la propagación de la corrupción, sino que en muchas ocasiones no existe posibilidad de sostener una actividad económica o iniciar un emprendimiento sino es al margen de la ley.
A título de ejemplo, en el país hay ordenanzas municipales que de ser cumplidas impedirían actividades relacionadas con las operaciones logísticas. Así, en la Alcaldía de Guacara del Estado Carabobo, según gaceta municipal del 30 de diciembre de 2014 (número extraordinario), la ordenanza de impuesto sobre actividades económicas de industria, comercio, servicios o de índole similar, aumentó la alícuota de patente desde 1,06% a 11,06%, es decir 953% en una año, sin considerar todas las otras leyes de impacto económico sobre las empresas que harían imposible operar sino bajo situación inevitable de pérdida financiera.

El contrabando como resultado de mala praxis de política pública

Actualmente en Venezuela se ha desatado un mal social propio de economías intensamente reguladas de manera indiscriminada, es el contrabando. Este mal tiene su origen cuando en el precio de un bien, susceptible de comercio internacional, hay una gran diferencia entre su valor y el precio regulado en el mercado.
Esa diferencia, es la que hace atractivo el delito, ya que el margen resulta tan grande que supera ampliamente el costo de delinquir, la situación que se hace mas crítica, en la medida que las autoridades crean regulaciones adicionales, para controlar la efectividad de las regulaciones previas, acentuando el mal social del contrabando, puesto que, con cada regulación el margen o diferencial de precios se hace mayor.
El mal se agrava cuando de manera equivocada se atribuye a otras causas, por razones políticas e ideológicas interesadas, soslayando al conocimiento económico, que hoy en día, en cualquier país socialista o capitalista, es la condición necesaria que precede cualquier política económica, lo que se denomina la acción pública a través del mercado: el análisis de impacto regulatorio.
Sostenemos que esa mala praxis de política económica es interesada, porque refuerza la perpetuación en el poder de los gobernantes de turno. Ese comportamiento interesado solo tiene lugar en países con una débil institucionalidad y con poderes públicos sin autonomía e independencia mutua.

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