La verdadera guerra económica en un mundo exhausto tiene su origen en la irresponsabilidad gubernamental
La verdadera guerra económica.
No existe país en el mundo donde se esté pensando la política económica con criterios diferentes al logro de la eficiencia de los procesos de mercado, de estímulo a la innovación y a la competitividad, de manera de lograr la máxima eficiencia y así posicionarse en el mercado global de un mundo exhausto.
La política económica se centra en lo que tanto hemos insistido en nuestros trabajos: la evaluación de impactos regulatorios, de modo que la eficiencia del mercado no se afecte por mala política pública, producto de asimetrías de información, de abuso del poder discrecional y de incentivos perversos, fuentes de la extracción de rentas y de la destrucción de valor social.
Los procesos de fortalecimiento institucional son claves, de allí las ventajas de la democracia al permitir contrapesos de poder que impiden los males públicos y la existencia de aprovechadores de oficio. Hasta un país autoritario como China está dando pasos importantes de apertura democrática por la vía de la participación de sus ciudadanos en el mercado de capitales, es la democratización del capital y es una aproximación que hace contrapeso a los males públicos.
Un gobierno que hace caso omiso de los signos de estos tiempos, se constituye a si mismo en la verdadera amenaza hacia su propio país, en este caso la guerra la hace el propio gobierno contra su propia gente.
La embestida de China.
La estrategia China de crecimiento hacia adentro se ha relacionado con la caída de precios de las materias primas internacionales, la variación del producto interno bruto del 2015 ha sido el más bajo durante los últimos 25 años. Sin embargo, para el 2015, China importó un 9% más de petróleo, un 14% más de soya, un 2% más de mineral de hierro y más o menos la misma cantidad de cobre que el 2014 (año de volumen récord para el metal rojo)[1].
Pueden manejarse dos hipótesis, una primera: China ha aprovechado los bajos precios de las materias primas para acumular reservas estratégicas de petróleo, de hierro a mitad del precio, de cobre con un 20% menos, La dirigencia China permitió las compras de manera ilimitada, solo excluyó al carbón (30 % menos) para cumplir con los acuerdos ambientales [2]. Una segunda complementaria, China juega a la sobre producción de los derivados manufacturados de esas materias primas para aplastar a los competidores en los mercados de derivados refinados del petróleo, del acero, del cobre.
La respuesta de las potencias medianas del Medio Oriente.
Qatar permitirá a las empresas que cotizan en la Bolsa de Doha a elevar el techo de 49% de participación accionaria para los inversionistas extranjeros, esta decisión de atraer más capital tiene el objetivo de aumentar su posicionamiento en el mercado sacrificando precio por volumen de ventas.
De acuerdo con las instrucciones del emir Sheikh Tamim bin Hamad al Thani, los nacionales de otros países del Consejo de Cooperación del Golfo, a saber, Kuwait, Arabia Saudita, Omán, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos, estarán sujetos a las mismas reglas que los nacionales de Qatar. Los inversores de otros países ahora pueden mantener hasta un máximo de 49% del capital de las empresas petroleras de Qatar [3]
El gigante petrolero ARAMCO pilar económico de Arabia Saudita, país con las mayores reservas de hidrocarburos del mundo árabe, también está estudiando varios escenarios para una oferta pública inicial, cuando Ryad sufre una disminución de los ingresos causados por la caída de los precios del petróleo. La compañía es una de las más grandes del mundo en términos de producción y exportación de petróleo. En promedio, ARAMCO ha extraído 9,54 millones de barriles por día en 2014, el octavo de la producción mundial, según las cifras publicadas del Banco Mundial. Arabia Saudita fue el mayor exportador mundial de petróleo durante el 2015 y la compañía nacional de Aramco (Arabian American Oil Company) administra la casi totalidad de los hidrocarburos del reino [4].
El anuncio de la apertura a los inversionistas extranjeros se produce, cuando Ryad informó a finales de diciembre un déficit presupuestario récord de 2015 (89,2 millones de euros) y una previsión pesimista para 2016 (déficit de 80 mil millones de euros), impulsado una disminución de más del 60% en los precios del crudo desde el verano de 2014 [5].
En su presupuesto de 2016, Arabia Saudita ha resignado a la reducción de subsidios a los combustibles generosas, medidas que tendrán un impacto doloroso en una población acostumbrada al estado del bienestar.
En resumen, dos grandes países uno como potencia global con la cual Venezuela ha comprometido parte de sus exportaciones y otros que son productores de petróleo, ratifican que el momento por bastante tiempo estará signado por la economía y no por una geopolítica de exportación de modelos ideológicos y políticos.
Una economía mundial exhausta.
Se espera un crecimiento del 6,9 % en China para el 2016, una tasa que quisiera tener cualquier país en el mundo, pero ha sido la más baja durante los últimos 25 años. EEUU con una expectativa bastante modesta de dos por ciento.
Con las dos economías más grandes del mundo cojeando, el resto de las principales economías mundiales no puede estar mejor. Y no lo están. La eurozona está tambaleante en punto cercano a una recesión con un crecimiento esperado de 0,3%. La economía de Japón se contrajo un 1,6% y es un desastre, también con una expectativa de 0,3% [6].
Notas bibliográficas.
[1] La Chine achète des quantités record de matières premières
[2] Datos del Banco Mundial sobre China
[3] Le Qatar s'ouvre davantage aux capitaux étrangers
[4] Datos del Banco Mundial sobre Arabia Saudita
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