La importancia de la economía en los procesos políticos.

Hay cuestiones que son de difícil discernimiento en el paradigma convencional de la economía sobre la racionalidad de los seres humanos. Somos razonables, pero dificultosamente racionales por el rol importante que tienen, hoy en día, los impulsos de las emociones sobre las decisiones. Impulsos reforzados por la carencia de información completa, el simplismo lógico, el imaginario popular y la manipulación mediática de la realidad. El populismo ha sido el gran beneficiario de esas anomalías del saber económico, de la debilidad institucional, de la anti-política y del desorden. Es la crisis de la democracia liberal por la disonancia entre las élites en el poder y la gente.

Hay que recuperar la confianza entre las élites encargadas temporalmente del ejercicio del poder y la gente afectada por esa delegación transitoria de poder. Las instituciones tienen que poseer estructuras que reduzcan la brecha comunicacional entre las élites y la gente, en términos de la formulación de la política pública, de su ejecución y de sus impactos. La gente actúa bajo las pulsiones, de los impulsos sujetos a errores sistemáticos, a lo cual se suma una desidia social que obstaculiza la reflexión profunda de las causas de los males económicos y sociales.

Es importante comprender cómo se formula política económica para que permita la superación de problemas de naturaleza rutinaria (corto plazo) y estratégica (largo plazo).  En la dinámica de ajuste de los procesos económicos hay mecanismos que permiten su estabilidad. Los marcadores macroeconómicos más importantes son: tasa de inflación, el tipo de cambio, la tasa de interés, la tasa de crecimiento y la tasa de desempleo. Un marco regulatorio requiere una gobernanza responsable del manejo fiscal del gasto público y de la emisión de billetes y monedas por parte de la autoridad monetaria. El marco normativo institucional de control de la política fiscal y de la política monetaria, debe contribuir con las fluctuaciones suaves de esos marcadores, y su retorno continuo hacia la estabilidad, ese es el mecanismo de respuesta endógeno de autorregulación del sistema. A nivel institucional, el marco regulatorio debe evitar que los funcionarios y la gente puedan hacer un aprovechamiento interesado, de las regulaciones, en su propio beneficio, alejándose de los propósitos perseguidos por las regulaciones. El sistema fuera de sus límites interrelaciona con el medio externo, en los ámbitos económico, social y político, con impactos recíprocos inestables y dinámicos.

Comentarios

Entradas populares